Los mapas sociales se crean lentamente mediante un proceso que puede ser modificado, transformado y/o reinterpretado y que nos invita a sumergirnos en su lectura y a perdernos en la diversidad de relatos en un territorio a través de los entornos del procomún (cuerpo, medioambiente, ciudad y digital)
Hacer nuestros mapas, delimitar nuestros saberes, nuestras cotidianeidades y nuestros sentires a partir de procesos de documentación abiertos, habrá de permitirnos visibilizar lo que nos es común, generar estrategias de cambio y/o socializar la información generada en espacios públicos a través de las aportaciones de cada persona o grupo de personas; esto es lo que buscamos.
Los mapas no son el territorio, pero nuestros territorios concretos sí que pueden ser nuestros mapas. Así las cartografías son herramientas que acompañan a nuestras metodologías y nos permiten crear otros productos que se ajusten a las demandas y/o necesidades de las comunidades que se crean en torno a esas cartografías.
Para trabajar con esta herramienta, tanto en formato cartográfico, corporal o sensorial, usamos:
MAPEOS COLECTIVOS (lentos), MAPEOS DE LOS COMUNES y MAPAS DEL PROCOMÚN
